Reforma completa de una vivienda en Moncloa, Madrid.
La entrada se realiza a través del comedor y a continuación está el salón. El salón dispone de dos puertas a ambos lados de la pared de la televisión; desde ellas se puede acceder a la cocina o a los dormitorios. Es una vivienda sin pasillos. La circulación es perimetral, quedando en el centro el único tabique de la casa con el mobiliario de la cocina. Las puertas de paso llegan hasta al techo; abiertas quedan ocultas en los muros y cerradas, enrasadas con los tabiques, pasando totalmente desapercibidas.
A la cocina interior, le llega luz a través de un vidrio situado sobre la puerta de acceso al dormitorio, y ventila a un patio trasero. Mediante el juego de puertas, se consigue un espacio de almacenaje y hall de acceso al baño, evitando la sensación de acceder al baño directamente desde la cocina.